lunes, 2 de junio de 2008

Tunja - 2008 (adios primíparo)

Primera convención. Fue una convención donde avance mucho en materia de socialización. Vivo delimitado a la gente que encuentro por internet, ahora se que detras de este amigable mundo de bytes, tantos pliegues están escondidos, para mi. Gran cantidad de gente que estaba desmontando sus expos.
La gente del desayuno, no se dejen engañar desde que llegó Andrea perdimos a Andres.

Hoy con los ojos más abiertos en la ciudad, remito desde Bogotá, me dió cuenta que Colombia es un país de una enorme diversidad origamistica. Mucha gente loca, interesante, extrañable ha compartido conmigo en estos tres días.
En mi taller del grifo, notese que como cosa rara Andres no estaba plegando el modelo del taller.
Personajes únicos como el master yoda, que aproposito quiere llevar su basuca repleta de sandwich al amazonas, o Daniel Naranjo, quien iba a pensar que su monosilabidez escondiese tal humor y profundidad a la hora de ver una figura.
Daniel empacando sus figuras, uno no sabe como es hasta que le toca.
O Manolo y su fama de excelente fotografo para fiestas y comidas.
Afortunadamente con Manolo no ibamos a desayunar.
Claro que también debo mencionar a Román, que aun que fuesen cortos los momentos en los que pudimos hablar, logre de sus palabras captar pequeñas goticas de esa magia con las que envuelve sus figuras. Lamento entrañablemente no haberme despedido de él, ojala indique esto que nos veremos pronto.
Con Román, después de la clase de, como alguien, dijo "plegado al mojado".
Martín Pescador.
Debo obligatoriamente mencionar a mis dos compañeros de cuarto, José Tomás, con sus módelos heee... como explicarles... con sus módelos tomasinos, su risa contagiosa y sus pensamientos en voz altaCon José Tomás, "yo también hice la prueba de la caja de mariposas"
y Diego Quevedo, con su gorrito peruano y su "vengase ahora sí". Y otro montón de gente, la gente del hotel, Jaime, el mundo de paisas...
Fue un gran hotel, bueno, bonito y caliente.
Comiendo, Andrés nos hablaba sobre el tamaño de una hamburguesa que se comió Yoda.


La excelente expo de Fabian Correa.

Todo el mundo llendo por pollo.

Fue un buen fin de semana, con sus cosas, su chocogami, su polagami, mi pésimo taller, mi mejor taller. Se siente algo de nostalgia, siempre; creo yo, después de una convención. Andrés Sierra en la clase de Román.
Pues dentro de ella se entra en un estado de trance donde solo se piensa en el presente y uno se olvida de todo el mundo sobre los hombros.

Ver un original Naranjo es muy diferente a ver una foto.
Sí, la espada también es de papel.

Especiales gracias a Andrés por la caja y todo lo demás.

A punto de comer arroz chino "made in colombia", notese que casi nadie pasó la camara a Jaime

miércoles, 23 de abril de 2008

Un toro que salió de un sentimiento

Tantas veces nos vemos en la necesidad de crear una figura por un sentimiento interno, algo inexplicable. Algo que lo lleva a uno, algo fuerte o débil, pero que llama. De un algo así surgió este toro. Es un animal fuerte, ante todo, que puede llegar a soportar todo tipo de dificultades. Es impresionante como luchan contra los tauricidas, por más de estar drogados, hambrientos y exhaustos. Al ver esta fuerza, que en el fondo no se sustenta más que con voluntad y ganas de vivir, me encontré buscando un toro. Yo quería un toro grande, uno que pareciera invencible.

Necesitaba un cuerpo grande, cuernos de alto calibre y gran expresividad. Pedía mucho para mis capacidades, en ese momento. Estuve mucho tiempo en esa búsqueda, usé una base que me enseñaron en mis primeros pasos como diseñador. Pero en vez de ser un toro, todos exclamaban en un gesto de compadecimiento: "Tan bonito tu perro!"
Entonces mude de idea. Mas aun sin llegar a un resultado satisfactorio, obtuve un toro. Un toro poco expresivo, con dobleces no muy definidos, con dos puntas en la cabeza que no se usaban. Pero ah! que deleite tenerlo en mis manos, me sentía completo, me sentía tranquilo, me sentía feliz.
Rozó por mi cabeza la idea de publicar, por fortuna no lo hice. Fue entonces cuando lo dejé de lado, acostumbro a guardar modelos por si algún día llego a algo mejor.

En enero, sin intención, surgió una cabeza. Que fue tomando forma y se convirtió en cabeza de toro. Seguí trabajando, dandole cuerpo. Afortunadamente encontré el papel suficiente para producir las características de lo que quería. Al fin llegué al toro, a mi toro. No pido más de él.

Hoy me encuentro en una lucha, por una meta. Una meta requiere muchos sacrificios, he crecido mucho por el camino y me queda mucho por recorrer. Parte de esos sacrificios ha sido el tiempo. Ya no tengo tiempo, ya no tengo origami. Pero es necesario, me he apartado del mundo en general y me he acercado un poco más al conocimiento. Nada me obliga, sino mis deseos. Sigue siendo egoísta, pero tiene un fin altruista.

Bueno, dejo un pedacito de historia en internet. Hasta cuando como pueda llegue a ustedes...

Mateo